Mama,
me he quedado embarazada. Embarazos en la adolescencia.
Hoy
en día el embarazo en adolescentes es un tema del que se habla mucho y crea
grandes debates al respecto. Como por ejemplo, ¿Podrá una niña tan joven cuidar
de una criatura? ¿Quién será responsable las 24 horas del día del bebe? ¿Qué
hace el padre?... Una adolescente en esta situación ha de ser atendido por un
equipo profesional que entienda del aspecto de la maternidad – paternidad.
La maternidad es un papel que lo cumple generalmente un
adulto. Cuando ocurre en el periodo en el que la mujer no puede hacer su labor
de madre, este papel queda alterado. Muchas madres adolescentes se sienten
desprotegidas respecto a su entorno y pueden llegar a asumir responsabilidades
impropias de esta eta etapa de su vida. Suele estar la figura masculina
presente que puede no ejercer el rol adecuadamente privándolas de la confianza
y seguridad del sexo opuesto, incluso con el mismo padre.
Una mujer embarazada cuando se queda embarazada tiene dos
caminos posibles: seguir con el embarazo o abortar. Ambas decisiones es recomendable consensuarlas con la pareja.
El embarazo es una
crisis que se suma a la crisis de la adolescencia. Si el embarazo es en una
edad temprana (con menos de 14 años) el embarazo se suma al desarrollo puberal,
en esta etapa no piensan tanto en un hecho que les transformará en madres sino en
lo respectivo a sus necesidades personales. Si el embarazo es en una edad media
(entre 14 y 16 años) puede oscilar entre la euforia y la depresión, temen los
dolores del parto pero también por cómo estará su hijo. Teniendo un buen apoyo
familiar y del equipo de salud pueden desarrollar un rol maternal. Si el
embarazo es en una edad tardía (luego de los 18 años) el embarazo por lo
general no tiene muchos inconvenientes. La actitud de una joven embarazada ante
la maternidad y el cuidado de su hijo, estará influenciado por su etapa en la
vida.
En el caso del padre adolescente suele ocurrir que no esté
muy bien preparado y se desligue de su papel y las descendencias pasan al
cuidado de la madre adolescente. El varón se enfrenta a gran cantidad de
aspectos: lealtad, dependencia económica, afección, atención doble… Hay equipos
de salud que trabajan con el padre adolescente apoyándole en su compromiso con
la situación o bien posibilitando una posible separación de la madre
adolescente sin parecer una posible “huida”.
Ante un embarazo adolescente quedan consecuencias para la
adolescente, para el hijo de la madre adolescente, para el padre adolescente y
para los padres de los padres adolescentes; pues un embarazo siempre tiene una
serie de condicionantes:
-
La edad
-
La cultura
-
La religión
-
La situación económica
-
La pareja
-
El egoísmo
-
Arrepentimiento
Hay que sumar a la
adolescente los síntomas que se tienen durante el embarazo:
- Falta del período menstrual
- Agotamiento
- Aumento del tamaño de los senos
- Distensión abdominal
- Náuseas y vómitos
- Mareos y desmayos
La manera de prevenir
embarazos en menores a parte de los métodos barrera se basa generalmente en la
educación. Hay programas enfocados al conocimiento del adolescente sobre su
cuerpo, sus funciones normales, anticonceptivos, consejos de asistentes
sanitarios y el embarazo.
Cuando entra en juego la
moral surge un debate alrededor del aborto, pues siempre habrá dos tipos de
opiniones. Es un debate inmenso ya que las razones subjetivas están relacionas
con las objetivas.
Este artículo lo podemos
relacionar con el artículo de aborto, redactado por María Covelo Veiga.
Eva López Andrés Grupo 5 M1
ResponderEliminarCuando una mujer se queda embarazada sufre grandes cambios físicos y psicológicos, tanto ella como el padre. Si el embarazo se produce en una adolescente estos cambios se suman a lo propios de la etapa.
Todas las madres deberían tener apoyo de profesionales, pero deberíamos tener especial atención en adolescentes.
La educación post-embarazo es imprescindible, pero veo aun mas necesario la educación de prevención. La mayoría de los embarazos en adolescentes son indeseados, lo que provoca un problema aun mayor.
También pienso que es imprescindible incidir en las responsabilidades del padre, pues un embarazo es cosa de dos.